“No me presentaré para un tercer mandato como alcaldesa de París”, afirmó la francoespañola, Anne Hidalgo, en exclusiva para periódico ‘Le Monde’. Tras sus palabras, un vacío se instalaba en París. La era Hidalgo acabará en 2026, y las preguntas sobre quién será el próximo alcalde de la capital francesa empiezan a surgir.
Entre los políticos hay divisiones sobre la herencia que deja la alcaldesa: mientras unos ya buscan a su sustituta, otros halagan el trabajo realizado. La guerra de sucesión está en marcha. En las calles parisinas, los ciudadanos empiezan a hacer balance de su legado, que no está exento de algunas controversias: un París más ecológico, y accesible gracias a las pistas ciclables. Una capital que quería ser bautizada como la ciudad de los “15 minutos” y su lucha por hacer del Sena un río bañable es, sin duda, un palmarés que pocos podrán olvidar.
El éxito de las controvertidas calles peatonales
Al igual que Ada Colau con sus ‘superillas’, Anne Hidalgo no se libró de las críticas cuando anunció el proyecto de peatonalizar más de 180 calles de París. Las obras, el polvo y los problemas con el tráfico, en un principio no auguraban un buen final para ese proyecto.
Años después, aquellos que ya disfrutan de sus calles peatonales aplauden la iniciativa. “Menos ruido, menos coches y más tejido social”, afirma un vecino del distrito 17. Su calle Legendre vivió una importante transformación desde que se peatonalizó; más terrazas, más niños jugando a la pelota al salir de la escuela, un pequeño jardín, y sobre todo, menos coches.
No solo las calles de la ciudad, también consiguió peatonalizar los bordes del río Sena y algunos puentes que conectan el lado izquierdo con el derecho de la ciudad de París. Desde entonces, decenas de personas disfrutan de un tradicional “apéro” al salir del trabajo o recorren los bordes del río haciendo deporte.
A esa transformación, se une la prohibición de los coches en el centro de París. Hidalgo ha restringido el acceso a los vehículos no autorizados en los distritos 1, 2, 3 y 4, también conocidos como París Centro. Menos automóviles y más bicicletas, porque a este plan se añade la creación de carriles bici por toda la ciudad.
La alcaldesa aprovechó el confinamiento para crear cerca de 1.000km de “pistas ciclables”y 70.000 plazas para bicicletas públicas. Un proyecto que también generó controversia, pero que ahora muchos lo miran con orgullo. El 11,5% de la población ya se desplaza únicamente en bicicleta, puesto que es más fácil y rápido. Para muchos ciudadanos, se ha convertido en un comodín ante las constantes huelgas de transporte público, o los problemas técnicos que afrontan algunas líneas de metro dada su antigüedad.
Liderazgo ambiental
Su proyecto de sacar los coches de la capital, también incluye el de incluir más zonas verdes. Desde que llegó a la alcaldía, se han plantado más de 170.000 árboles en París y se han transformado importantes lugares, como la Plaza de la República o la Avenida Gambetta para ofrecer espacios de reunión a los parisinos.
Además, existe un ambicioso proyecto de enterrar las vías de tren que atraviesan rue de Rome, en el distrito de Batignolles, y construir sobre ellas una explanada verde que cuente con distintos parques y lugares de ocio. Este proyecto de cobertura y revegetación tiene un coste de 200 millones de euros, algo que supone un obstáculo, por lo que muchos ven difícil que llegue a producirse.
“15-Minute City”
La ciudad de los “15 minutos” era una idea ambiciosa. Hidalgo pretendía unir esos carriles bicis con el transporte público y ofrecer a los ciudadanos una ciudad en la que todo estuviera a un cuarto de hora de casa, con el objetivo de reducir así también los desplazamientos.
Sin embargo, el proyecto no consiguió llegar a todos los barrios, y coincidió que en los últimos años las huelgas de transportes, en las que los sindicatos solicitan mejoras salariales, no han dejado de producirse y de paralizar la ciudad de París. De ahí que, cada vez más líneas de metro en la capital sean automáticas y sigan funcionando a pesar de las protestas.
Aún así, según un análisis mundial publicado en la revista ‘Nature Cities’, París y Milán se encuentran entre las ciudades más cercanas a alcanzar dicho objetivo de planificación urbana.
El reto frustrado de Hidalgo
París ha vivido una increíble museificación. Cada vez es más difícil para las clases medias y bajas encontrar un lugar en el que vivir. Superricos, turistas o expatriados son los que disfrutan realmente de la ciudad, mientras que el resto de ciudadanos locales se marchan ante la imposibilidad de pagar una vivienda en la capital francesa o de simplemente hacer vida en una ciudad, donde un café con leche ya alcanza los 5-6 euros.
Según los últimos estudios de INSEE, París ha perdido cerca de 13.000 habitantes en los últimos 12 meses, y en cinco años, supera la frontera de los 50.000. Un problema que ya afecta a muchas empresas, a quienes sus trabajadores les piden hacer teletrabajo para poder compaginarlo con su vida a las afueras de la capital.
Hidalgo prometió políticas para aumentar la disponibilidad de viviendas sociales y regular el mercado inmobiliario, buscando enfrentar la crisis de vivienda en París. Aunque esas iniciativas no consiguieron reducir los importantes problemas de vivienda en París. Este 2024, el precio por metro cuadrado ya alcanza los 11.000 euros.
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Para los franceses, Anne Hidalgo es la alcaldesa socialista que buscó hacer de ese Paris hostil, un lugar más accesible y amigable, pero para los españoles expatriados siempre será la española que consiguió liderar una de las ciudades más bonitas, pero difíciles, del mundo.
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Source: Informacion
James Sean is a writer for “Social Bites”. He covers a wide range of topics, bringing the latest news and developments to his readers. With a keen sense of what’s important and a passion for writing, James delivers unique and insightful articles that keep his readers informed and engaged.