En España, el tejido empresarial está principalmente constituido por empresas familiares (un 92,4% de las empresas son familiares), siendo uno de los países a nivel mundial en los que la empresa familiar tiene mayor peso en la economía, constituyendo su principal fuente de empleo y de riqueza. Por tanto, garantizar la continuidad y supervivencia de la empresa familiares de vital importancia para nuestra economía. Para lograr ese objetivo hay determinadas cuestiones clave en las que consideramos que hay que poner el foco y planificar de una manera adecuada.
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La planificación de la sucesión y el relevo generacional
La primera de ellas, y quizá la más importante, es la planificación de la sucesión y el relevo generacional, uno de los principales desafíos a los que se tienen que enfrentar la empresa familiar. Para una adecuada planificación de la sucesión es necesario tener en cuenta la complejidad de los tres elementos, que constituyen la empresa familiar (todos en permanente evolución e interrelacionados): la familia (cuyos valores son el cuidado y protección de sus miembros), el negocio (generación de beneficios) y la propiedad (rentabilidad de la inversión).
Esta planificación temprana debe encauzarse a través de una serie de acuerdos o pactos entre los miembros de la empresa familiar, conocidos como protocolo familiar, en que se establecen las reglas del juego y se regulan las relaciones profesionales y económicas entre los miembros de la familia y la empresa.
En el marco de dichos acuerdos, debe establecerse el plan de sucesión de la propiedad y de la dirección, concretando unos criterios para la elección del sucesor. Cada empresa es un mundo y cada familia es otro, y las necesidades de la familia y la empresa pueden variar según el momento del tiempo. Por ello no hay soluciones estandarizadas que valgan para todas las empresas familiares por igual, sino que con mucho diálogo y consenso hay que buscar cuál es el traje a medida para cada familia, que deberá adaptarse y modificarse según las circunstancias.
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La importancia de la planificación fiscal
En el marco de la sucesión, la planificación fiscal patrimonial también cobra especial relevancia porque, en cualquier herencia, Hacienda es un heredero más, y los tipos del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones (ISD) son especialmente gravosos. Actualmente existe en la Comunidad Valenciana una bonificación del 99% para las sucesiones y donaciones entre familiares directos.
No obstante, las pretensiones del actual Gobierno de coalición es establecer una tributación mínima en este impuesto común para todas las Comunidades Autónomas (y hacer algo parecido a lo que ha hecho con el Impuesto de Solidaridad de las Grandes Fortunas y el Impuesto sobre el Patrimonio).
No obstante lo anterior, lo que parece que sí va a mantenerse, y que hasta la fecha no ha sido cuestionado, es la Reducción de Empresa Familiar en ISD, del 95% a nivel estatal y del 99% a nivel autonómico. La aplicación de esta reducción requiere que las participaciones estén exentas en el Impuesto sobre Patrimonio, cumpliéndose una serie de requisitos.
Por ello recomendamos efectuar una adecuada planificación fiscal patrimonial, para asegurar el cumplimiento de dichos requisitos y su revisión anual. Hay estructuras fiscalmente óptimas que facilitan su cumplimiento y permiten optimizar la fiscalidad de las empresas y sus socios, además de aportar otras ventajas a nivel organizativo y de protección del patrimonio.
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El buen gobierno corporativo
Otra de las claves para garantizar la continuidad y éxito de las empresas familiares, es el buen gobierno corporativo y la profesionalización del mismo. El gobierno corporativo en la empresa familiar asegura la adecuada segregación de funciones y responsabilidades en las relaciones familia-empresa. Es una herramienta para incorporar sus valores en la gestión de la empresa y tiene que servir para la toma de decisiones estratégicas.
Existen órganos de gobierno más vinculados a la familia, como la Asamblea familiar y el Consejo de familia, y otros más vinculados a la empresa, como la Junta General o el Consejo de Administración. La sofisticación del gobierno corporativo depende del tamaño de la empresa, y su profesionalización suele hacerse más necesaria cuanto mayor es el tamaño de la empresa y de cuantas generaciones familiares conviven en ella.
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Cómo gestionar los conflictos en la empresa familiar
Otro punto sensible en las empresas familiares son los conflictos, los cuales muchas veces se originan cuando no hay una adecuada separación entre los asuntos familiares y empresariales, y, sobre todo, por el fuerte componente emocional que hay en la empresa familiar.
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Para prevenir y, en su caso, afrontar esos conflictos es necesario contar con estructuras de gobierno potentes donde se puedan tratar y gestionar esos conflictos, y mecanismos de resolución de conflictos que se incluyan en el protocolo familiar. Cuando un conflicto se enquista, se puede recurrir a que un tercero independiente medie o arbitre en el conflicto, a través de los sistemas de mediación y arbitraje.
Source: Informacion
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