Cuba vive el mayor éxodo de su historia. Un estudio reciente cifra en cerca de dos millones los cubanos que abandonaron el país entre 2022 al 2023, el 18% de la población. Falta saber el número que ha salido desde entonces hasta hoy. En todo caso y en la actualidad los residentes en la isla no llegan a los nueve millones de habitantes. Un alarmante vacío demográfico que va al alza. El fenómeno migratorio actual supera con creces la suma de las diásporas anteriores. En la década de los sesenta se fueron 300.000 cubanos, en los ochenta 125.000 y en los noventa 35.000, por razones política o económicas.
La crisis socioeconómica que padece actualmente Cuba es peor que la que sufrió en la década de los noventa del siglo pasado, tras la caída del Muro de Berlín, la época conocida como “periodo especial”. A la escasez de alimentos, medicinas, productos higiénicos y carburante, se suma la alta inflación, los bajos salarios y los permanentes apagones, entre otras muchas penalidades. En el último mes y medio dos huracanes y un terremoto han afectado a la isla.
La actual estampida migratoria arrancó en el 2021. La pandemia precipitó la caída en picado de la economía y agudizó la penuria, lo que derivó en las mayores protestas registradas en la isla caribeña desde la instauración del régimen castrista. La fuerte represión silenció la calle pero el descontento y malestar se mantienen.
Salida en avión
En la actualidad, la principal vía de salida no es por mar con precarias barcazas, sino por avión hasta Nicaragua, el único país del continente americano que desde hace tres años no exige una visado de entrada a los cubanos. Una vez en territorio nicaragüense, la gran mayoría de migrantes emprenden un largo camino a través de Honduras, Guatemala y México con la intención de llegar hasta la frontera de EEUU. Un trayecto de 2.700 kilómetros plagado de peligros que suele durar unos 16 días, y que puede costar por cabeza hasta 14.000 euros, precio de los traficantes de personas.
En opinión de algunos analistas, la masiva migración permite al régimen cubano deshacerse de la población más díscola y reducir las tensiones económicas, políticas y sociales internas, además de aumentar las remesas procedentes del exterior, otra importante fuente de ingresos del Estado. A más migrantes mayor presión en la frontera estadounidense, una estrategia que Managua utiliza como arma contra Washington, que tiene al presidente nicaragüense, el autoritario Daniel Ortega, sometido también a sanciones.
Ocho de cada diez migrantes de este nuevo éxodo tienen entre 15 y 59 años, cerca del 60% son mujeres. “Cuba está exportando juventud. Se va lo mejor de la isla”, afirma un profesor cubano que prefiere guardar el anonimato. “Muchos son profesionales, médicos o maestros que no pueden vivir con lo que ganan”, añade. La mayoría de los salarios fluctúan entre los 19 y los 38 euros al mes, mientras que las pensiones no llegan a los 18 euros. Y los precios no paran de subir.
“Policrisis”
Los padres marchan y dejan a los hijos a cargo de los abuelos. Cuba tiene el índice en envejecimiento más alto de América Latina. La mortalidad crece mientras se reduce la natalidad. No conviene aumentar el núcleo familiar mientras reine la escasez. El economista y demógrafo cubano, Juan Carlos Albizu-Campos, autor del estudio sobre la oleada migratoria, habla abiertamente de “crisis humanitaria” en un escenario de “policrisis”.
El turismo, sector mimado del régimen y básico para las arcas del Estado, permanece hundido desde el confinamiento, cuando el PIB cayó más de un 11%. Los intentos del Gobierno para salir del hoyo con un programa de ajuste económico y monetario, el mayor en décadas, no ha funcionado. El pasado mes de febrero fue cesado el ministro de Economía, Alejandro Gil. Ese mismo mes, el régimen se vio obligado por primera a solicitar ayuda al Programa Mundial de Alimentos de la ONU para poder mantener el subsidio de leche para los niños menores de siete años. El año pasado la economía se contrajo un 1,9%.
Poco se espera de los aliados externos de La Habana. Venezuela ha reducido el envío de petróleo a la isla, mientras que Rusia, enfrascado en la guerra de Ucrania, no cubre las necesidades energéticas de Cuba, como quedó de manifiesto el mes pasado con el gran apagón que afectó a toda la isla y que se prolongó más de 72 horas. Y aunque China, trabaja en la instalación de paneles solares, es un proyecto a largo plazo.
El argumento del embargo
El régimen atribuye la penuria al tenaz embargo que dura ya más 60 años por parte de Estados Unidos y a las sucesivas sanciones económicas impuestas por Washington, que limitan las inversiones, las transacciones económicas o el acceso a los créditos bancarios. “El bloqueo constituye el principal obstáculo al desarrollo de Cuba y es la causa principal de la migración”, ha dicho el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel.
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El régimen cubano se ha distinguido siempre por su gran capacidad resistencia, pero el actual desequilibrio demográfico no augura nada bueno. Un país que se queda sin jóvenes es un país sin futuro.
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Source: Informacion
James Sean is a writer for “Social Bites”. He covers a wide range of topics, bringing the latest news and developments to his readers. With a keen sense of what’s important and a passion for writing, James delivers unique and insightful articles that keep his readers informed and engaged.