Engin Eroglu es eurodiputado del grupo Renew Europe y presidente de la Delegación para las Relaciones con la República Popular China. El pasado agosto formuló por escrito a la Comisión Europea una pregunta sobre la creciente entrada en el continente de productos baratos comercializados por plataformas digitales como Shein o Temu. “Solo el mercado alemán se ve inundado cada día con hasta 400.000 productos que suponen un riesgo para el medio ambiente y, en algunos casos, para nuestra salud”, exponía. El hecho es que los artículos que cuestan menos de 150 no están gravados en aduanas, hecho que “aprovechan” este tipo de páginas web para “inundar” la UE con sus referencias. Buena parte de estos productos —umbral que Bruselas sitúa en el 65%— están infravalorados, precisamente para eludir el pago de impuestos. La Comisión Europea trabaja ya en una reforma legislativa para eliminar esta exención tributaria total.
Lo acaba de constatar el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, también por escrito. Entre las medidas en las que trabaja Bruselas, todavía en fase de negociación, está “la abolición del umbral actual por el que las mercancías con un valor inferior a 150 euros están exentas de derechos de aduana, y la responsabilidad de las plataformas de comercio electrónico de garantizar que los derechos de aduana y el IVA se pagan en el momento de la compra y de poner información al respecto a disposición de las aduanas”, refiere textualmente. Gentiloni, complementa, es “consciente de las crecientes preocupaciones sobre la seguridad de los productos vendidos en línea, que van desde el incumplimiento de las normas medioambientales y de seguridad de la UE hasta productos falsificados“.
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La estadística oficial constata las prácticas de algunas de estas plataformas, que consisten en enviar pedidos repartidos en múltiples paquetes para que nunca se computen más de esos 150 euros que tendrían gravamen, como también ha advertido el eurodiputado Eroglu. De hecho son más de 100.000 las unidades arancelarias contabilizadas en ocho meses. A juicio del político germano, este sistema de ventas es un “supuesto fraude fiscal que está costando a la UE miles de millones de euros en ingresos perdidos”.
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El objetivo de Bruselas pasa por ir implantando los cambios en materia aduanera a partir del año 2028, con la meta de que su cumplimiento sea obligatorio una década más tarde. “La próxima Comisión —zanja Gentiloni— seguirá abordando los desafíos que plantean las plataformas de comercio electrónico, también para garantizar que los consumidores y las empresas se beneficien de unas condiciones de competencia equitativas basadas en controles aduaneros, fiscales y de seguridad eficaces y en normas de sostenibilidad”.
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Source: Informacion
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