Los empresarios no las tienen todas consigo. Eso es lo que se desprende de la última encuesta de confianza empresarial realizada por el Instituto Valenciano de Estadística (IVE), según la cual disminuye de cara al último trimestre de este año, en pleno repunte de conflictos internacionales como el que se registra en Oriente Medio. Además, se da la circunstancia de que las firmas más pesimistas de la Comunidad Valenciana son las de la provincia de Alicante, en gran parte por su fuerte dependencia de las exportaciones, que ahora mismos están amenazadas por el impacto que sobre las mismas pueda llegar tener el estado de incertidumbre que se ha instalado en los mercados como consecuencia del citado conflicto bélico.
Los datos aportados por el IVE no dejan margen a la duda. La confianza de las empresas de la Comunidad Valenciana desciende un 1,2 %, después de encadenar tres trimestres de optimismo consecutivos en los que las subidas oscilaron entre los 2,8 puntos y las seis décimas.
Esta situación se está dando en un contexto en el que el 23,2 % de los gestores de los establecimientos empresariales considera que la marcha de su negocio será favorable en este cuarto trimestre de 2024, mientras que el 15,2 % opina que será desfavorable. El 61,6 % restante piensa que será normal. La diferencia o saldo entre el porcentaje de respuestas favorables y desfavorables se sitúa en ocho puntos para el total de la Comunidad, frente a los nueve del trimestre anterior.
En lo que respecta a la distribución por sectores, se da la circunstancia de que es el de la industria el que presenta un mayor rango de desconfianza, al haber retrocedido un 4,2 %. Le sigue la construcción, con un descenso del 3,9 %, así como el transporte y la hostelería, con una caída del 1,2 %. La cara más optimista la presenta el comercio, que registra un incremento del 1,9 %, así como otros servicios, con una subida del 1 %.
Solo las compañías que tienen entre 200 y 999 asalariados se muestran optimistas de cara a este cuarto trimestre, al remontar su confianza en un 0,3 %. A partir de ahí, todos son retrocesos, empezando por las empresas que tienen menos de 10 asalariados, con un descenso de nueve décimas; las que cuentan con más de mil, con una caída del 1,4 %; las de 50 a 100, con un retroceso del 1,9 %; y las de 10 a 49, que son las que presentan una mayor desconfianza, al experimentar un descenso del 2,4 %.
Empleo
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La encuesta también aborda la situación del empleo, de tal forma que el 15,4 % de los responsables de las empresas considera que el personal contratado en su negocio aumentará en este último periodo del año, un porcentaje idéntico al de los que creen que disminuirá. El 69,2 % restante considera que se mantendrá estable.
Por otro lado, el 12,1 % de las firmas prevé que el nivel de precios de sus respectivos negocios aumentará, mientras que el 5,3 % estima que disminuirá. El 82,3 % apuesta por que se mantendrá tal y como se encuentra en estos momentos.
Otro apartado destacado de la encuesta es la referida a la capacidad productiva de la industria, de tal manera que un 3,3 % de las empresas industriales avanzan que utilizarán menos del 40 %, frente al 6,7 % del trimestre precedente. Por su parte, un 15 % prevé emplear más del 90 % de su capacidad, porcentaje ligeramente superior al 13,3 % declarado en el periodo anterior.
El mayor retroceso en la confianza empresarial corresponde a la provincia de Alicante, concretamente del 3,8 %, mientras que en el caso de la de Valencia la caída es del 0,9 %. En la provincia de Castellón, sin embargo, se registra un aumento del 2,8 %.
Exportaciones
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A la hora de explicar los motivos por los que es el territorio alicantino el que experimenta la mayor caída, hay que hacer referencia a la fuerte dependencia que tienen las empresas, sobre todo las industriales, de la exportación.
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Y es que si el consumo ya se encontraba de capa caída en todos los mercados internacionales, el recrudecimiento del conflicto bélico en Oriente Medio, con sus previsible impacto sobre los precios del petróleo, han desatado la alarma entre los diferentes sectores. Ese es el temor que han transmitido desde el calzado, el textil, el juguete, el metal o incluso el mármol, que tiene a uno de sus principales mercados precisamente en la zona de conflicto. Todo ello mientras la guerra de Ucrania sigue adelante, a lo que se une la incertidumbre que generan las inminentes elecciones presidenciales en EE UU.
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Source: Informacion

James Sean is a writer for “Social Bites”. He covers a wide range of topics, bringing the latest news and developments to his readers. With a keen sense of what’s important and a passion for writing, James delivers unique and insightful articles that keep his readers informed and engaged.