Las investigaciones de la Policía Nacional y del Juzgado de Instrucción número tres de Gandia llevaron a la detención de una pareja como presuntos autores del crimen del hombre de 60 años hallado muerto a golpes y carbonizado por el fuego en una vivienda de Gandia en febrero de 2023. Pero, ¿qué había detrás de este asesinato? Según ha podido saber Levante-EMV, y aunque solo los presuntos asesinos saben realmente el móvil –algo que no es una cuestión a dilucidar en un juicio–, la víctima mantenía relaciones sexuales esporádicas y por dinero con la mujer detenida, compañera sentimental a su vez del otro arrestado.
Además de este supuesto triángulo nada amoroso, la procesada declaró en instrucción que el sexagenario la quería utilizar como mula presuntamente para transportar droga desde el extranjero, hecho que no aprobaba su pareja al encontrarse ella embarazada. Si decidieron acabar con su vida, como sostiene la Fiscalía, por uno u otro motivo –o ambos–, o fue una discusión y una muerte no premeditada, si los dos fueron autores o solo uno de ellos, será un jurado popular el que lo determine.
El Ministerio Fiscal solicita para cada uno de los acusados; Manuel H. M., de 51 años, y Jessica O. V., de 37, penas que ascienden a los 26 años de cárcel. Concretamente catorce años por el delito de homicidio con la agravante de abuso de superioridad, siete años por el delito de incendio con riesgo para las personas al haber prendido fuego al sofá en el que yacía el cadáver de Javier S. C., a sabiendas del peligro en el que ponían al resto de vecinos del edificio. Y otros cinco años de cárcel por el delito de robo con violencia en casa habitada, al apoderarse de dos anillos y el teléfono móvil de su víctima.
Con un hacha de cocina
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Los hechos ocurrieron la mañana del 9 de febrero de 2023 cuando, según el fiscal, ambos acusados acudieron al domicilio de Javier, de 60 años, en la calle Benicanena de Gandia. El procesado niega haber estado allí y asegura que se encontraba en casa con su madre, aunque hay indicios directos que lo incriminan como el ADN hallado en una hacha de cocina, una de las presuntas armas homicidas junto a otro objeto contundente que no ha podido ser concretado. Así como la venta del teléfono móvil del fallecido.
Según el escrito de acusación, la pareja, «puestos de común acuerdo y con ánimo de acabar con su vida, o al menos, aceptando la posibilidad de que tal desenlace se produjera», le propinaron golpes en la cabeza con la citada hacha de cocina y con un objeto contundente, hasta que le causaron la muerte por «destrucción de centros neurológicos vitales».
La mujer, que estaba embarazada, asegura que la quería utilizar como mula para llevar droga
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Para dificultar la labor de los investigadores y eliminar posibles pruebas, los acusados prendieron fuego al sofá en el que estaba tendido el cadáver y huyeron de la finca. La rápida actuación de los bomberos, que consiguieron controlar y extinguir el incendio, evitó que hubiera más víctimas como consecuencia del humo y las llamas.
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En concepto de responsabilidad civil la Fiscalía solicita que ambos indemnicen de forma conjunta a cada una de las dos hermanas del fallecido con 20.000 euros y a la compañía aseguradora de la casa con 2.553 euros por los desperfectos por el fuego.
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Source: Informacion
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