Ataviada con el mismo vestuario que llevaba el día del crimen, la acusada de matar a tiros y de una cuchillada a una octogenaria de nacionalidad británica en una partida de Elche ha asumido en solitario la autoría del asesinato en el juicio que ha arrancado este lunes ante un jurado popular en la Audiencia Provincial. Según ha manifestado, sufrió un brote psicótico y acabó tras tres disparos con la vida de su víctima a quien dijo no conocer de nada. La procesada ha exculpado a su hijo, que era menor de edad cuando ocurrieron los hechos por los que también estuvo acusado y que murió en un accidente de tráfico el pasado junio un día antes de ser juzgado por asesinato en la jurisdicción de menores.
Madre e hijo fueron detenidos en Alicante un día después del crimen cometido en la urbanización Torre Azul de la partida Maitino de Elche el 4 de mayo de 2022. Durante dos años, la acusada, que también intentó deshacerse de pruebas pegando fuego a su coche en un incendio que afectó a otros ocho vehículos que estaban estacionados en la calle en la playa de San Juan, había venido guardando silencio y se había acogido a su derecho a no declarar. Su hijo había hecho declaraciones incriminatorias nada más ser detenido. Ahora ella lo ha admitido todo.
La Fiscalía reclama para la acusada una pena de 25 años por asesinato con alevosía, así como otros tres años más por los daños causados en el incendio de los coches. Unas penas que podrían verse rebajadas tras la confesión de ésta durante el juicio. Aunque no será hasta los informes finales cuando se concreten esas rebajas. Los daños causados por el incendio ascienden a más de 22.000 euros que reclama la aseguradora a través del letrado Alejandro Dartis.
El fiscal ha avisado durante su informe que la mera confesión no bastaba, ya que podría haber ahorrado el coste que ha supuesto esta investigación si hubiera colaborado con la Justicia antes. También se mostró escéptico ante la supuesta enfermedad mental alegada por la acusada, porque no tiene antecedentes de brotes psicóticos anteriores a estos hechos y tampoco ha sufrido ninguna crisis con posterioridad. El abogado defensor, Joaquín de Lacy, incidió en que ni había pruebas contra la acusada antes de su confesión y que la investigación ha estado paralizada durante más de un año, hechos por los que procede la aplicación de atenuantes.
Planificación
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Para el fiscal, todo apunta a que se trató de un crimen planificado. La acusada iba de negro con una capucha, guantes que había comprado en una gran superficie de artículos deportivos, su teléfono estuvo apagado durante las horas clave del crimen y éste se cometió con una pistola de tiro olímpico a su nombre para la que sí tenía licencia. Una planificación que ella niega, alegando que siempre viste así, de hecho era su indumentaria en el juicio, y que se compró los guantes «porque tenía frío». En cuanto al teléfono, señaló que tuvo un problema y no lo podía encender y negó que estuviera apagado para que no la rastrearan, ya que su hijo estaba en el coche descargando vídeos de Tik Tok desde su móvil. Y sobre la pistola, que se le olvidó dejarla en casa y que la llevaba encima desde el fin de semana anterior.
La acusada declaró que era agente inmobiliaria y que se encontraba por la zona buscando chalés para vender a un cliente. Según su versión, estaba lloviendo mucho y llamó a la puerta de la casa de la víctima, «ella me abrió. Cuando entré vi una silueta blanca y se me fue la cabeza y le pegué tres tiros». Según sus explicaciones, desde hacía varios meses había una persona con pelo gris que le seguía a todas partes y eso la estaba volviendo loca. «Ha tenido que ser un brote psicótico, porque no me explico lo que hice», dijo. La investigación apuntaba a un móvil inmobiliario, pero por el momento no se ha podido determinar la relación existente entre la acusada y la asesinada.
Tres disparos y una cuchillada
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La víctima, Mónica W., era una viuda de 81 años y nacionalidad británica residente de la urbanización desde el año 2014. Recibió tres disparos, uno de ellos en la cabeza, así como una cuchillada en una axila. La mujer asumió en solitario la autoría de los tres disparos, pero dijo que no recordaba nada de la puñalada.
«Mi hijo estuvo todo el rato en el coche», subrayó, sin saber lo que pasaba en la casa. «Estuve un buen rato en shock y me fui de allí conduciendo sin rumbo fijo», relató. En un momento dado, recordó que no había recogido las vainas de los disparos y optó por volver. En esta ocasión sí que entró en la casa acompañado del menor a quien le pidió ayuda para cargar con el cadáver.
En ese momento se presentó en la casa un fontanero con quien la víctima se había citado para que le diera un presupuesto de reparación de la piscina. Éste se presentó en la casa, cuando la acusada y su hijo estaban dentro. «Había quedado con ella hacía una hora y me parecía raro que ni me abriera, ni me cogiera el teléfono», explicó. Cuando llevaba un rato llamando, ambos sospechosos salieron de la casa diciendo que Mónica estaba indispuesta y que volviera al día siguiente. «Me pareció muy raro», por eso optó por simular como que les hacía caso y se esperó a que se marcharan. Tras llamar a la Policía y ante el temor de que pudiera haber pasado algo entró en la casa y encontró un gran charco de sangre. Estos restos evidenciaban que el cuerpo había sido arrastrado hasta una de las habitaciones, donde fue escondido debajo de la cama.
Según el testimonio de este testigo, fue el hijo el que le dijo que se marchara. La procesada señaló que éste la protegió de esa manera porque ella estaba en shock y no podía hablar. Aunque una vez que ya estaban en casa, su hijo no volvió a dirigirle la palabra.
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El juicio proseguirá este martes con las declaraciones de los policías responsables de la investigación. Hay hasta cincuenta testigos y veinte peritos citados a declarar y hasta el viernes no está previsto el veredicto del tribunal popular.
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Source: Informacion
James Sean is a writer for “Social Bites”. He covers a wide range of topics, bringing the latest news and developments to his readers. With a keen sense of what’s important and a passion for writing, James delivers unique and insightful articles that keep his readers informed and engaged.