Las viviendas con licencia turística se venden en València con un sobrecoste de 100.000 euros, según revelan las inmobiliarias. Los inversores adquieren en la capital del Túria estos inmuebles, situados en edificios de viviendas residenciales, como un negocio y calculan el sobreprecio en base a la facturación del año anterior. Los compradores esperan obtener una rentabilidad anual de entre el 10 y el 15 % por piso, unas cifras que duplican con creces el retorno de las viviendas de alquiler residencial. El Consell ha introducido en la nueva regulación de pisos turísticos una disposición que establece la obligación de pedir una nueva licencia si se traspasa el piso para frenar la especulación.
La situación se repite con los bajos comerciales, que han duplicado su precio por el negocio de los apartamentos turísticos. La apertura de apartamentos vacacionales ha ido in crescendo hasta que la Administración ha comenzado a tomar medidas. La patronal turística Exceltur ha alertado de que en el último año el número de pisos turísticos ha aumentado un 40 % en València. En concreto, el número de plazas ha pasado de 19.921 a 27.975 (8.054 más). La cifra supera con creces los 22.000 plazas en el centenar de hoteles de la ciudad. Es una anomalía que, según los expertos, responde al atractivo que tiene València y los proyectos hoteleros que todavía no han conseguido licencia por la burocracia.
Esto ha provocado que los inversores hayan puesto en los últimos meses el punto de mira en los primeros y los bajos comerciales de la ciudad del Túria, que son los únicos espacios donde se pueden abrir pisos turísticos. Las inmobiliarias reconocen que el mercado inmobiliario era una “jungla” hasta la aprobación hace dos meses de la moratoria del Ayuntamiento de València que impide de momento abrir nuevos pisos turísticos y los inversores estudian ahora la normativa aprobada por el Consell que busca frenar la especulación ante la alarma social que se está generando por la proliferación descontrolada de viviendas vacacionales.
Pisos que llegan a valer el doble
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Cristina Recasens, fundadora de Recasens Real Estate, confirma que los pisos con licencia turística se pueden llegar a vender al doble de precio que un inmueble idéntico en la misma escalera sin permiso para operar como vivienda vacacional. “En el barrio del Carmen vendí enseguida un primero con licencia turística por 240.000 euros. Ese piso no valía ni la mitad. Estaba sobrevalorado por la licencia turística. El comprador lo adquirió como un negocio y pagó en función de los ingresos que generó el año anterior. El negocio funciona igual que si adquieres un restaurante en busca de una rentabilidad anual del 10 %. En el caso de los pisos turísticos, los inversores buscan ganar entre un 10 y un 15 %”, apunta.
Los propietarios de pisos turísticos en València obtienen de media 500 euros más al mes que los que destinan sus viviendas al alquiler tradicional. Los dueños de los casi 7.000 inmuebles que se arriendan a turistas en la capital del Túria están ganando al mes de media cerca de 2.000 euros gracias a que el mercado está «completamente en auge» por el boom del turismo y se encuentra tensionado por la falta de plazas hoteleras.
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Locales comerciales
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Los locales comerciales han seguido la misma dinámica. Un bajo con posibilidades de ser reconvertido en pisos turísticos vale el doble que un local en la misma calle que no puede ser explotado como vivienda vacacional, asegura Recasens. El Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de Valencia coincide en la valoración. En los dos últimos años, el precio de compraventa de los locales comerciales ha crecido de media entre un 25 y un 30 %.
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Source: Informacion
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