«Reconozco los hechos, pero no estaba en mis cabales». Así se ha pronunciado este jueves en la Audiencia un acusado de intentar asesinar a puñaladas a un hombre de 68 años durante un brote psicótico que sufrió junto a la playa de Urbanova en Alicante. Tanto la Fiscalía como la acusación particular y la abogada defensora, María Ángeles Román, han solicitado su absolución por la eximente completa de alteración psíquica, pero han pedido su internamiento en un centro psiquiátrico durante 12 años y medio, en el caso de las acusaciones, y diez años que pidió la defensa.
El acusado, que no se ha opuesto a su internamiento y se ha mostrado arrepentido, ha explicado al tribunal que padece una esquizofrenia paranoide desde los 9 años y que no se tomaba la medicación cuando sucedieron los hechos, «pero además estaba drogado…, fumaba porros y cocaína».
Los hechos reconocidos por el acusado ocurrieron el 30 de mayo de 2023 cuando el procesado, con síntomas psicóticos debido a que padece una enfermedad mental agravada por no seguir el tratamiento y por el consumo de drogas, caminaba con un cuchillo escondido en la zona de dunas entre las playas de Urbanova y Arenales del Sol.
En un momento dado se cruzó con la víctima, un hombre de 68 años, y tras pedirle fuego y preguntarle de qué familia era, el procesado agarró con una mano a la víctima y le asestó puñaladas en el cuello y en el tórax. Cuando el agredido cayó al suelo, le intentó clavar el arma en la frente y cuando intentó huir, le persiguió para intentar clavarle el cuchillo en la espalda.
Intenciones
[–>
El acusado ha negado en la vista oral que su intención fuera matarlo y ha manifestado que tras la agresión fue a un restaurante de Urbanova y llamó a la Policía para confesar que «había hecho daño a una persona con un cuchillo». A preguntas de la acusación particular ha asegurado no recordar que la Policía le hubiese detenido tres meses antes y ha negado haber tenido relación sexual alguna con nadie el día de los hechos.
Sin embargo, la víctima del apuñalamiento ha reconocido en la vista oral que casi dos horas antes de la agresión se cruzó en la zona con el ahora acusado y tras sonreírle él se bajó los pantalones y mantuvieron una relación sexual. Cada uno siguió su camino y con posterioridad, cuando subía a recoger su moto para marcharse, pasó por una caseta derruida y se cruzó de nuevo con el hombre. Le pidió fuego y «me preguntó de qué familia era». Tras contestarle que de una normal -«como yo» le replicó- sacó de forma sorpresiva un cuchillo y se lo clavó en el cuello a la víctima, que no estaba precavida en ese momento y no se lo esperaba.
A continuación siguió lanzándole cuchilladas y se protegió como pudo con un brazo. Al final «me lo clavó en la cabeza y se partió el cuchillo», ha relatado. Solo le quedaba un centímetro y medio de hoja, suficiente para clavárselo junto a un ojo. Pese estar en una zona donde no podía salir, la víctima ha señalado al tribunal que al final le empujó y pudo zafarse del agresor y salir corriendo. El acusado le persiguió inicialmente, pero optó luego por darse a la fuga en su ciclomotor, ya que la víctima comenzó a pedir ayuda a las personas que pasaban por la zona.
La víctima necesitó asistencia sanitaria urgente y tardó 44 días en curarse de las heridas que sufrió, según la Fiscalía. El agredido ha explicado en el juicio las dificultades que tiene para hablar porque solo tiene una cuerda vocal a causa de la puñalada en el cuello.
[–>
Los peritos han confirmado que el acusado es inimputable porque el día de los hechos tenía anuladas sus capacidades volitivas e intelectivas. El acusado relató en su día a los forenses que había agredido a una persona desconocida, pero no sabía el motivo del apuñalamiento.
Source: Informacion

James Sean is a writer for “Social Bites”. He covers a wide range of topics, bringing the latest news and developments to his readers. With a keen sense of what’s important and a passion for writing, James delivers unique and insightful articles that keep his readers informed and engaged.