Todo lo bueno que apunta el filme durante más de la mitad de su metraje se resquebraja en su parte final, un estallido de conflictos a modo de clímax que resultan un tanto innecesarios teniendo en cuenta la atmósfera extraña que la película consigue durante muchos minutos. Es un filme de vampiros y no lo es al mismo tiempo. De hecho, en los créditos iniciales se nos dice que la película está inspirada en hechos reales, de modo que, a no ser que creamos en los descendientes del conde Drácula, no puede ser un relato de vampiros en el sentido estricto de la palabra, el que pertenece al género fantástico.
Tampoco está tan cerca de ‘Déjame entrar’ como se dice, pues aquella propuesta nórdica era afín al temario clásico. Sí que tiene alguna relación con ‘Solo los amantes sobreviven’ de Jim Jarmusch, pues el joven que se alimenta de sangre lo hace a partir de bolsas de plasma de la clínica antes que mordiendo cuellos. El referente de este joven que se muda de ciudad junto a su familia es Vince Taylor, un rockero loco e incomprendido. Es un subrayado sobre el tema del filme: la diferencia. Que la joven de la que se enamora se llame Camila, casi como la mujer vampiro Carmilla de la novela de Sheridan Le Fanu, puede ser un guiño, pero el filme no se define entre la enfermedad y la fantasía.
Source: Informacion
Brandon Hall is an author at “Social Bites”. He is a cultural aficionado who writes about the latest news and developments in the world of art, literature, music, and more. With a passion for the arts and a deep understanding of cultural trends, Brandon provides engaging and thought-provoking articles that keep his readers informed and up-to-date on the latest happenings in the cultural world.